PASEOS EN ÉPOCA DE CONFINAMIENTO

El confinamiento puede ser duro para todos, incluso para los niños. Tras la comparecencia del Gobierno, en la que anunciaba que los niños de hasta 14 años podrían salir a la calle a hacer la compra, al banco o farmacias, saltaron las alarmas entre padres y educadores. Y no es para menos. A día de hoy, han rectificado y anunciado que pueden salir a dar paseos (¡menos mal!).

Pero realmente sabemos …

¿Qué necesitan los niños confinados?

Los niños necesitan salir. Aire libre. Naturaleza. Desconectar. Necesitan moverse, actividad física. La situación que vive cada niño durante el confinamiento es única. Y por ello, no a todos les afectará de igual manera el encierro. La relación familiar, la compañía, el tipo de vivienda; si disponen de patio, balcón o terraza, la disponibilidad de los padres, entre otros, son factores que harán que el confinamiento lo lleven de mejor o peor manera.

Pero, desde mi punto de vista, todos los niños necesitan, al menos, una vez al día poder salir a despejar sus cabecitas.

Piensa:

Nosotros, como adultos que llevamos más de un mes confinados en nuestras casas, llega un momento en qué no sabemos qué hacer, tenemos días de euforia y otros de bajón, miedo, incertidumbre. Son muchos los sentimientos que afloran en nosotros y nos convierten en seres más susceptibles, vulnerables, que en muchos casos, estallan por un granito de arena.

Bien, pues ahora imagina cómo se sienten los pequeños. -De un día para otro nos cuentan que ahí afuera hay un virus (¡qué miedo!), qué no podemos salir de casa (no sabemos hasta cuándo), que no veremos a los familiares, ni a los amigos y mucho menos podemos ir al cole, al parque o bajar a jugar a la urba (¿porqué? se preguntan). Además, vemos a los adultos nerviosos, preocupados, con miedo, escuchamos de lejos noticias que no entendemos muy bien.- La información que les llega por diferentes vías puede preocuparles, generarles ansiedad, dudas y sentimientos encontrados.

Ellos en casa están muy bien, sí. -Mamá y papá o uno de los dos, está en casa conmigo todo el día, me atiende, satisface mis necesidades básicas y tengo mucho tiempo para jugar.- Día a día, van creando su propia creencia respecto al confinamiento y la realidad que vivimos , basándose en su lógica privada.

Pero cabe destacar que los niños, son muy buenos recibiendo información y observando, pero son muy malos interpretando esa información. Muchas veces, su lógica privada, se equivoca.

¿Cómo actúa su cerebro?

Hasta los 25-30 años aprox. el cerebro no termina de desarrollarse. Por lo cual, el cerebro infantil está en pleno desarrollo, dominado gran parte del tiempo por el sistema límbico (cerebro emocional), pero rápidamente pueden ser dominados por el cerebro instintivo. Ese que les hace «estallar», dejándolos sin capacidad para regular sus emociones y controlar su comportamiento. Y cuando estamos tantos días seguidos encerrados, nuestras emociones se hacen cada vez más intensas y es más fácil que el cerebro instintivo nos domine. Por ello, habréis notado a algunos peques más irritados, susceptibles, cansados, con miedos o pesadillas, rabietas, lloros, cambios de humor. En definitiva, con menos control de sus emociones y más ganas de salir a drenarlas.

No todos piden verbalmente salir a la calle, pero sus cerebros necesita ese respiro de vez en cuando. Un cambio de ambiente, que les permita desconectar del encierro y volver a conectar con la sensación de libertad. Poder correr (aunque sea calle arriba-calle abajo), disfrutar de un espacio abierto, andar, respirar aire fresco, sentir los rayos del sol o la brisa del aire, comprobar que ese bicho no es lo que pensaban y ver algo más que la imagen desde sus ventanas. Es esencial para su desarrollo y crecimiento, dado que están en plena etapa evolutiva del desarrollo.

Cómo explicarlo a los niños

Resulta complicado, a ciertas edades, hacerles comprender que solo van a poder salir a dar un pequeño paseo con un adulto y que todavía no van a poder ir al parque, jugar con un amigo, bajar a la urba o visitar a los abuelos. En definitiva, que la salida no va a ser quizás lo que ellos esperaban.

Es importante adelantarles los acontecimientos. Explicarles que ahora dejan que los niños salgan un ratito a pasear, pero que el paseo tiene sus condiciones. Dejar claras las normas de vuestro paseo y lo que pueden hacer en él. Antes de salir, resolver todas las dudas que puedan tener al respecto. Incluso podéis inventar juegos sencillos como el veo-veo, que podéis implementar durante el paseo para hacerlo más ameno.

¡Mucho ánimo! Y disfrutar ese ratito de paseo con vuestros peques.

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